Eurostat, la Oficina estadística de la Unión Europea acaba de publicar (en inglés), en colaboración con la Dirección General de Fiscalidad y Unión aduanera, «Taxation trends in the European Union: Data for the EU Member States and Norway« un documento en el que se presentan un conjunto de indicadores fiscales armonizados que permiten una comparación fiable de los diferentes sistemas fiscales de los países miembros de la UE.
En el año 2006 la carga fiscal (impuestos y cotizaciones sociales) suponía el 39,9% del PIB de la Europa de los veintisiete, aumentando un 0,3% con respecto a 2005 y confirmando el cambio de tendencia descendente que se había iniciado en 1999, año en el que el porcentaje alcanzó el 41% del PIB.
El nivel de carga fiscal difiere sensiblemente entre los diferentes miembros de la UE pero sigue siendo de las más elevadas del mundo (superior a la norteamericana o la japonesa en más de 12 puntos porcentuales):
- en Suecia y Dinamarca representa el 49% del PIB
- en España y la República Checa está en torno al 36%, cifra idéntica a la de Chipre que ha visto aumentar sensiblemente la carga (+10,2%) en el último decenio
- en Lituania y Eslovaquia gira en torno al 29%, siendo este último país uno de los que más ha disminuido la presión fiscal en los últimos diez años (-10%)
- Rumanía se sitúa al final de la tabla con un porcentaje (28,6%) medio punto inferior a Eslovaquia
La principal fuente de ingresos fiscales sigue siendo el impuesto sobre la renta de las personas físicas que representa, él solo, la mitad del total. La otra mitad se reparte entre el impuesto sobre el consumo y el impuesto sobre el capital, que ha sufrido un importante aumento. En España el gravamen sobre el capital se ha incrementado en un 18% (38,7% en 2006 con respecto al 20,6% de 1996) contra el 2% en los rendimientos del trabajo y el consumo.
Impuesto sobre el trabajo.
En el año 2007, el porcentaje máximo del impuesto sobre la renta de las personas oscilaba entre el 59% de Dinamarca o el 56% de Suecia y el 16% de Rumanía, el 19% de Eslovaquia o el 22% de Estonia pasando por el 42% de Portugal o el 43% de Italia y España. La media de los veintisiete se situaba en el 38,7% y la de la Zona Euro en el 40,2%.
Impuesto sobre sociedades.
El impuesto máximo sobre sociedades, en el año 2008, variaba entre el 35% de Malta, el 34,4% de Francia o el 30% de España al 10% de Bulgaria y Chipre. La media europea se sitúa en el 23,6%, dos puntos menos que la media de la Zona Euro (26,5%).
Impuesto medioambiental.
A pesar del interés que suscitan las cuestiones medioambientales, los ingresos derivados de las tasas aplicadas a este concepto no han hecho más que disminuir en los últimos diez años debido, principalmente, a la reducción de los impuestos sobre la energía. La media europea, en el año 2006, se situaba en un 2,6% del PIB (2,5% en la Zona Euro).